El concepto es muy sencillo, es simplemente la cantidad de frotis que realizamos y observamos, en relación a la cantidad de muestras procesadas, llevado a porcentaje.

Se expresa en porcentaje, y su valor puede ir de 0 a 100%, siendo ambos extremos indeseados.
En caso de una hematología manual, la TRF será del 100%, es decir debemos elaborar, colorear y observar el frotis a cada una de las muestras que procesamos.
En caso de emplear algún autoanalizador hematológico, resultaría una pérdida de tiempo y dinero revisar el frotis al 100% de las muestras. Justamente por eso automatizamos, para lograr una mayor eficiencia y reducir los tiempo de entrega de los resultados.

¿Debo hacer el frotis a todas las muestras?
Una pregunta que genera debate entre los tecnológicos y los tradicionales.
La única excepción sería que en tu región la autoridad exigiera una TRF del 100%. Pero esto ya es un problema regulatorio.
La idea de incorporar un instrumento de hematología es agilizar las labores, procesar un mayor número de hemogramas en un menor tiempo, y el contar con un diferencial automatizado de tres o más poblaciones de leucocitos, logran este objetivo.
Todos los instrumentos son capaces de procesar y reportar una muestra normal, pero ninguno es capaz de hacerlo de manera satisfactoria en caso de alteraciones, ni siquiera la última tecnología, tope de gama.
La incapacidad de contar ciertos elementos o la interferencia de estos sobre los parámetros del hemograma, suelen ser detectados por el instrumento y expresados en forma de alarma.
La alarma o banderilla nos alerta sobre la incapacidad del instrumento, nos orienta sobre la morfología alterada y hasta nos puede sugerir qué hacer.
La forma más común de solventar el problema es observar un frotis sanguíneo, por lo que siempre tendremos una tasa de revisión distinta a cero, en cualquier instrumento de hematología.

In vivo 28.
Tasa de revisión de frotis
Revisemos la utilidad de esta herramienta del laboratorio de hematología
Una herramienta
La TRF no solo nos habla sobre la eficiencia del instrumento, en el sentido de su capacidad para procesar muestras patológicas, sino que también la podemos emplear como una herramienta a la hora de calcular los costos en un hemograma automatizado, ya que nos dice un valor que podemos asignar al costo de una hemotología por concepto de elaboración, coloración y revisión del frotis sanguíneo.
Te invito a emplear la tasa de revisión de frotis, es muy sencillo, simplemente suma la cantidad de muestras que procesaste el mes pasado, divídela entre el total de frotis realizados y multiplicado por 100.
De esta manera tienes un punto de partida para evaluar el funcionamiento del laboratorio de hematología, y continuar la mejora.
Y si quieres dominar el proceso de revisión de frotis sanguíneos te espero en el curso de validación del hemograma.
Saludos
Alfredo Gallardo Acevedo
19 de febrero de 2025
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