Por lo general disponemos de metodologías automatizadas o semiautomatizadas, en las cual el procesamiento de un material de control es una tarea cotidiana.
Pero me he percatado que existen alrededor de tres versiones diferentes de lo que se supone es la ejecución del Control de Calidad Interno (CCI).
Común, pero errada
En el primera versión, el material de control se procesa y el resultado se almacena, sin ser tomado en cuenta.
Este formalismo documental, no ofrece ningún mecanismo de control.
¡Simplemente constituye un desperdicio de reactivos!
¡Es como ir al cine y no ver la película!
Para que el material de control sea útil, requiere ser interpretado.
Interpretación ingenua
La segunda versión, procesa el material de control y lo interpreta, pero de manera muy inocente.
Simplemente si el valor encontrado se ajusta al valor asignado al control (se encuentra dentro del intervalo establecido), se dice que el sistema analítico ésta controlado.
Pero si el valor excede el intervalo, se asume un estado de fuera de control, ¡lo cual no necesariamente es así!
El valor asignado al material de control incluye al 95% de los posibles valores para el control. De manera que existen un 5% de los posibles valores fuera del intervalo de valores aceptados, sin que esto necesariamente signifique que se está en un estado de fuera de control.
En la realidad se traduce como que una de cada veinte mediciones del control estará fuera del valor asignado, sin que necesariamente el sistema esté fuera de control.
Por otro lado, el sistema analítico podría presentar una desviación o tendencia que será detectada cuando sea muy significativa, al salir del intervalo asignado.
Situación que debe ser evitada, con mecanismos que existen para lograrlo.
Aprovechando el potencial del control
El tercer modelo, que constituye la manera apropiada, es procesar el material de control e interpretarlo concienzudamente.
Para la interpretación se emplea un sistema de reglas y gráficas de control de calidad (Levey Jennings), con el fin poder definir la acción a tomar: alerta, rechazo o aceptación del material de control; que derivan en la aceptación o rechazo de la tanda analítica.
El objetivo del control es minimizar los errores en la medición y su impacto sobre los pacientes.
Si quieres mejorar tus habilidades con muchos ejercicios para dominar la interpretación del control, te espero en el curso de calibración y control interno de equipos.
Alfredo Gallardo Acevedo
06 de agosto de 2008
Revisado el 24 de mayo de 2024
¿Quieres dominar de manera definitiva la aplicación de las reglas en control?
Es muy fácil, te lo enseño de una manera práctica >>>>>
Si te ha gustado este artículo, considera suscribirte al boletín de bioanálisis al día
Te activamos y colocamos fibrina a tu conocimiento…