Ahora con la pandemia COVID-19, se hace mucho hincapié en que para evitar la expansión de la misma, ralentizar la tasa de infección y evitar la infección de los más susceptibles, la prevención es nuestra principal herramienta.
Medidas como el distanciamiento personal, evitar tocarse la cara (mucosas) y la desinfección de lo que pudo estar en contacto con el virus SARS-Cov2, en especial la correcta higiene de las manos, e incluso la vestimenta, son medidas básicas pero efectivas. Medidas que el profesional del laboratorio clínico maneja en su ejercicio diario.
Lamentablemente muchos son incrédulos ante la pandemia o piensan que es muy baja la probabilidad de contagiarse y más baja aún de ser un caso complicado. ¡Lo mismo ocurre en el laboratorio clínico!.
Cuántas veces he visitado laboratorios y encuentro al bioanalista “sin bata”, excusándose en que el “calor” la hace una prenda incómoda de llevar. ¿No debería un servicio de bioanálisis tener una temperatura controlada para asegurar la efectividad de las reacciones químicas, muchas de ellas enzimática, dependientes de la temperatura?.
Aunque su laboratorio sea de baja complejidad, ubicado en una zona rural, con pocos análisis disponibles, la bata (capa en Chile) representa la primera barrera de protección personal y familiar.
La bata, además debería ser lavada de manera apropiada para su correcta desinfección y debe ser responsabilidad del laboratorio. Ya sé lo que estás pensando, suena a sueño de país del primer mundo, pero así es como debería de ser. Como en la mayoría de los laboratorios esto es irreal, le recomiendo que al culminar con el uso de su bata colocarla dentro de una bolsa plástica para trasladarla a su hogar y lavarla separada de la otra ropa familiar.
Peor es el caso del mono quirúrgico, muy de moda no solo en los laboratorios clínicos, sino en muchas industrias, como la de servicio de limpieza y alimentos, por la comodidad y practicidad del atuendo. Sin embargo usted puede andar en mono, pero en el laboratorio siempre es recomendable emplear una bata. Si usted por accidente se derrama sangre u otra muestra biológica, debe quitarse la bata inmediatamente y descontaminarla antes de volver a emplearla. Lo correcto es que el laboratorio le proporcione una limpia.
Jamás salir a la calle con bata puesta, menos aún en mono quirúrgico si no usa bata. El riesgo de contaminación a otros es alto. En lo personal le huyo a los que andan en mono por la calle.
La bata es un insumo que el laboratorio, nuestro sitio de trabajo la debería suministrar y encargarse de su limpieza.
Muchos hemos escuchado de casos de colegas que han contaminado a sus hijos, al llevarse microorganismos en su bata (peor aún con el mono como prenda de laboratorio), que en algunos casos le han ocasionado la muerte. Algo totalmente evitable.
Peor aún es trabajar sin guantes, por el calor o incomodidad. El guante representa la única barrera entre su piel y el contacto directo con la muestra del paciente, potencialmente infeccioso. Aunque hoy en día con la gran automatización es poco el contacto directo con la muestra, los accidentes pueden ocurrir.
En nuestro entorno latinoamericano, la mayoría realiza muchos de sus procedimientos semi automatizados o manuales, estando en contacto directo con el material biológico. El guante y la bata constituyen la mínima barrera de seguridad que debemos emplear y exigir al laboratorio. Nada mal nos caerían además unos lentes protectores.
Aunque haya trabajado 25 años sin guante ni bata y aún no ha tenido un incidente, nunca es tarde para recapacitar y aunque no se quiera proteger usted, proteja a su familia.
Alfredo Gallardo Acevedo
25 de marzo de 2020