Las democracias europeas informan de la aparición de la segunda ola del COVID-19. Mientras tanto en América, algunos países están saliendo de la primera ola y en otros ni siquiera ha existido una primera ola. ¿A qué se debe este fenómeno?
Nosotros, como profesionales del laboratorio clínico tenemos la total disposición y ganas de realizar los análisis para demostrar la presencia del SARS-CoV2 o sus anticuerpos, siempre y cuando contemos con el sistema analítico y las medidas mínimas de bioseguridad en nuestros laboratorios.
La explicación de por que en algunos países se encuentran en la fase final de la primera ola y en otros ni siquiera se ha llegado al pico de la ola, responden desde mi perspectiva, al sistema político existente.
El sistema democrático permite medir las cosas, en este caso la existencia de casos de COVID-19 y por supuesto la difusión de los mismos. Mientras más democrático sea el sistema, más datos tenemos y explicaría el por qué algunos países, en particular las democracias plenas tienen una mayor cantidad de casos positivos.
Ocultar la realidad, solo empeorará la segunda ola.
Mientras tanto, en el sur de América entraremos en verano, donde seguramente se relajarán las medidas, tal cual ocurrió en Europa. Ojalá y seamos conscientes manteniendo las medidas para evitar el contagio. Son muy simples y hasta ahora lo más efectivo para evitar la infección, la cual aunque es más letal al final de la vida, es una verdadera lotería, sobre todo cuando el sistema de salud se encuentra saturado o es ineficiente.
Lavarnos las manos, mantener el distanciamiento y el empleo del tapabocas en lugares públicos han mostrado buenos resultados. El uso de las caretas ha demostrado ser una buena medida en instituciones de salud, según un reporte realizado en la India, del cual no recuerdo la fuente.
A seguir cuidándonos
Alfredo Gallardo Acevedo
04 de noviembre de 2020
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