Una historia de drepanocitos
Nuestra historia es real y comienza en el 2011. Tan solo dos personajes figuran en ella: Adriana y “la niña”.
Para ese entonces, Adriana ingresa a la Universidad en donde comienza a estudiar Bioanálisis, y es justamente allí donde tuve el gusto de conocerla, inicialmente siendo su profesor en la asignatura Hematología y luego cuando ella se incorporó como preparadora de la misma. Dedicada, con madera de profesor, que teniendo un excelente promedio de notas y una eficiencia de uno (es decir que jamás fue reprobada en alguna asignatura), tardó siete años en graduarse por la constante crisis universitaria derivada del deterioro sistemático de Venezuela.
En ese mismo año nace la niña… Pero no sabremos de ella hasta el 2018.
En el 2018, al poco tiempo de graduada y trabajando en una guardia sola, a Adriana le llega una muestra de nuestro segundo personaje, una niña que ya ha vivido siete años, pero que su hemograma (hematología completa, biometría hemática o CBC) presenta como hallazgos llamativos una hemoglobina de 65 g/L (6,5 g/dl) y leucocitos en 40,0 x 109/l (40.000 leucocitos/mm3), que indiscutiblemente ameritan una validación, en este caso mediante el empleo de un frotis sanguíneo con coloración de Romanowsky para la observación de la morfología hemática y realización del diferencial leucocitario manual.
Quizás la primera impresión fue la gran cantidad de eritroblastos, que al realizar la corrección de leucocitos derivaba en un recuento aumentado de los mismos, pero el hallazgo más destacado fue la presencia de drepanocitos (eritrocitos en forma de media luna), en conjunto con otros hallazgos típicos de la drepanocitosis.
El reporte del hemograma prácticamente da el diagnóstico de la niña, realmente da una indiscutible impresión diagnóstica. Ya solo queda la realización de la medición de la hemoglobina S, cuya proporción confirmará la drepanocitosis y sentará las bases para su tratamiento.
La drepanocitocis es una enfermedad hereditaria, que se pone de manifiesto a los pocos meses de vida, lo terrorífico de nuestra historia es que la niña, jamás había sido diagnosticada, lo que conllevó a una eterna angustia familiar por la salud de la niña y unos agitados siete años de constantes visitas a la emergencia, seguramente por las crisis vasooclusivas propias del trastorno, que poco a poco van empeorando la condición de salud del paciente.
Una nace y espera siete años a que la otra se gradué, para que le puedan realizar un correcto
¿Cómo es posible que en siete años ningún colega que recibió la muestra observó los drepanocitos?. Seguramente porque dejó de validar el hemograma. Incompetencia, sin lugar a dudas, las causas, muchas.
Falta de preparación, en Venezuela no, el estudio de la drepanocitosis forma parte del pensum, ya que a pesar de ser un trastorno de baja prevalencia, existe y la presencia de Hb S es la hemoglobinopatia más frecuente.
Falta de actualización y mejoramiento de sus conocimientos, es posible…
¿Flojera?…
Quizás lo más probable sea un mito de tipo viral: los nuevos autoanalizadores hematológicos son prácticamenteautónomos e infalibles, cuando la realidad dista mucho del mito. Actualmente solo unas pocas tecnologías pueden, cuando la cantidad de drepanocitos presentes en la sangre es muy elevada, generar una alarma de sospecha de células resistentes a la lisis, que indirectamente podría indicar su presencia.
Mito: los nuevos autoanalizadores hematológicos son prácticamente autónomos e infalibles
Lo que si es seguro, es que cualquier instrumento moderno emitió la alarma de eritroblastos, para su revisión, si es que se tienen las alarmas activadas. En instrumentos más antiguos el gráfico de leucocitos indico su presencia en la zona inicial del mismo.
Si quieres mejorar tus habilidades en la validación de hematologías automatizadas, sin importar el instrumento que tengas, te invito al curso de validación del hemograma, donde te enseñaré la metodología GRAVA para hacerlo de manera confiable.
En un hemograma, un análisis de los valores, el gráfico y las alarmas brindan un completo panorama de lo que hay que validar, como hacerlo y que buscar.
A pesar de los grandes avances tecnológicos, el papel del profesional del laboratorio cada día se convierte más en el de validar los análisis, para lo cual debe interpretar de manera adecuada la información suministrada por el instrumento, es decir los gráficos, valores y alarmas; así como tener una competencia en morfología hemática.
Alfredo Gallardo Acevedo
10 de febrero de 2021
Bibliografía
Bain BJ. Blood Cells: A Practical Guide. Blackwell Publishing. 4 Ed. Oxford 2006.
ARENDS, Anabel et al. Hemoglobinopatías en Venezuela. INCI [online]. 2007, vol.32, n.8 [citado 2021-02-09], pp. 516-521 . Disponible en: <http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0378-18442007000800006&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0378-1844.
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