La calidad es una filosofía de vida, con la cual vive el individuo y aspira a que todo lo que está a su alrededor lo tenga, y trabaja por ello para lograrla.
La calidad es una forma de vida, es una religión, en la cual el individuo debe creer y cumplir con sus doctrinas, que son básicamente hacer las cosas bien a un costo justo.
La calidad no se puede imponer. Si tratas de imponerla en tu laboratorio (cosa que se percibe mucho) no obtendrás resultados, más bien el efecto será contrario, de rechazo, de obstinación, de «no verle el queso a la tostada”, por parte del personal.
Debes inculcarla con el ejemplo y formar al personal en la materia.
A mi juicio la calidad es como la moral y la ética, se tiene o no se tiene. Un individuo sin moral y ética, le será imposible ejercer la calidad, de ahí lo importante de la selección y capacitación del recurso humano en nuestros laboratorios.
La calidad cuesta esfuerzo, tiempo y dinero, pero al final de cuentas debe ser diseñada para entregar resultados confiables y hacer más eficiente la labor del laboratorio.
Como jefe de laboratorio, debes estar convencida de la necesidad de trabajar con una buena calidad, debes seleccionar un personal ética y moralmente correcto, para así tener un terreno fértil en el que sembrar la política de calidad de tu laboratorio.
Alfredo Gallardo Acevedo
13 de noviembre de 2019
Revisado el 22 de octubre de 2020
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