Se tiene la creencia, que poseer el instrumento de hematología más avanzado, tope de gama, de última generación. Nos vamos a ahorrar la realización y observación del frotis sanguíneo. ¡Una práctica errada!
La razón es muy sencilla, los instrumentos de hematología están diseñados para agilizar los tiempo de respuesta del laboratorio, y para ello están pensados en ejecutar de manera adecuada un hemograma cuyos resultados se encuentren dentro del intervalo de referencia biológico, es decir para procesar de manera eficiente pacientes normales.
Así, son capaces de realizar un hemograma en menos de 60 segundos, con diferencial leucocitario incluido. Pero al momento de existir una alteración, también son capaces de detectarla e informárnosla en forma de «alarma» o «banderilla».
Aunque tengamos un instrumento,
observar cero frotis,
puede tener severas consecuencias sobre el paciente.
La incompetencia por parte del instrumento en identificar ciertas morfologías y por ende contarlas, o que las mismas interfieran en las mediciones, requiere un proceso de validación.
La validación del resultados no es más que emplear un método alterno para corroborar lo detectado por el instrumento, que usualmente involucra, pero no esta limitado a la realización, coloración y observación de un frotis sanguíneo, para observar la morfología sanguínea y realizar el diferencial leucocitario, según el caso.
Es improbable que todos los pacientes que asistan a un laboratorio se encuentren sanos (por algo fueron al médico), razón por la cual siempre existirán casos en el que instrumento emita una alarma, que amerite nuestra intervención.
Por lo que continuamente vamos a realizar algún frotis en nuestro día a día, justamente nuestra principal labor dentro del laboratorio de hematología.
Si quieres mejorar tus habilidades en el proceso de validación, para hacerlo con ciencia, te espero en el curso de validación del hemograma, en donde te enseñaré la metodología GRAVA para lograrlo.
El frotis sanguíneo es la principal herramienta para validar un hemograma automatizado,
¡pero no la única!
Las limitaciones de cada instrumento varían según la tecnología empleada y mediciones capaces de realizar, pero siempre son informadas por el fabricante, y detalladas en el manual del instrumento. Y hasta ahora desconozco que algún promotor que venda a su instrumento como cero frotis.
Así que debemos eliminar este mito que puede generar retrasos en el diagnostico, y problemas en el seguimiento o pronóstico de los pacientes que atendemos.
Saludos
Alfredo Gallardo Acevedo
21 de septiembre de 2023
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Morfología eritrocitaria electrónica
Eficiencia de alarmas de autoanalizadores hematológicos en un entorno pediátrico
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