Un microscopio es uno de los instrumentos que más valoramos, tanto así que suele ser parte de nuestros logos y nos sentimos totalmente identificados, aunque solo hagamos la química.
Gran parte de ese amor viene porque en él observamos directamente las diversas morfologías, lo manipulamos a diario y es lo que nos queda de la era manual.
Guía para comprar un microscopio
En primer lugar debes buscar un proveedor que venda microscopios profesionales. Hoy en día existe una gran variedad de ofertas en internet, a muy buen precio, pero es fundamental que verifiques que sean de calidad profesional.
Un buen microscopio debe tener un buen cuerpo, el cual suele ser de alguna aleación de metal y ser pesado, sobre todo en la base. Buscamos que sea firme y no se caiga fácilmente, algo que dañaría la óptica, que es la parte más importante.
Debe ser binocular, con una magnificación de 10X. Hoy en día te recomendaría que además tenga un orificio para cámara digital, usualmente ubicado en la parte superior, sobre el revólver.
Existen una gran variedad de cámaras digitales disponibles, de diversos precios y resoluciones. Cuando tengas la oportunidad, una de las mejoras que le puedes realizar es acoplarle una cámara. Unos 5 Megapíxel serán más que suficientes.
El revólver se debe desplazar fácilmente y ser firme, e incluir objetivos de 10X, 40X y 100X (de inmersión) como mínimo. Realmente con esos tres es más que suficiente, lo conveniente es que sean removibles, para que con los años los puedas renovar.
Lo más importante es que la óptica sea de excelente calidad, lo cual se logra con buenos objetivos. Mientras más plano es el objetivo, tiene una mejor calidad y son más costosos, pero es lo más recomendable.
El resultado es una gran nitidez y una gran área plana. Mientras menos se deforme la imagen en los bordes, el microscopio es de mayor calidad óptica, y es lo que buscamos.
En cuanto a la iluminación, hoy en día se emplea la luz led, aunque puedes encontrarlos con lámparas halógenas. La diferencia es que la led produce menos calor, pero son comparables.
Lo relevante es que se le pueda cambiar la lámpara. Aunque parezca increíble, existen microscopios desechables, ya que es casi imposible cambiarles la lámpara.
La platina debe desplazarse suave, pero de estructura firme, así como el condensador y diafragma. En algunos casos poseen filtros que deben venir incluidos.
Por supuesto que el microscopio te debe resultar agradable de manipular y observar muy bien los diferentes elementos.
Una cosa que suele ocurrir con microscopios de baja calidad y que produce grandes pérdidas de tiempo, es que algunos de ellos al cambiar el objetivo con el revólver, de 40X a 100X por ejemplo, cambia la distancia respecto a la lámina y hay que volver a enfocar.
Peor aún, es que al intentar enfocar la lámina se puede partir, al chocar el objetivo con la preparación, lo cual es una verdadera pérdida de tiempo y dinero.
Hay que volver a preparar la lámina con la muestra (frotis sanguíneo, sedimento urinario, entre otros) y por supuesto con mucho cuidado limpiar y retirar los vidrios del microscopio.
Por esta falla de diseño incluso se pueden romper la cámara de Neubauer. Esta yo creo que es una de las principales causas para rechazar un microscopio.
En lo particular te recomiendo las grandes marcas, ya que suelen cumplir con la mayoría de los requisitos, disponen de servicio técnico, repuestos y sobre todo, ¡si lo cuidas te jubilarás primero que él!
Finalmente te debes sentir cómodo con el microscopio, ya que será tu compañero durante muchos años.
Que tengas una buena compra
Alfredo Gallardo Acevedo
15 de febrero 2023
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