Existe el mito de que los instrumentos de hematología son infalibles a la hora de realizar una hematología completa o hemograma. ¡Nada más distante de la realidad!
Los autoanalizadores hematológicos son diseñados para aumentar la capacidad de procesamiento en el laboratorio, y son totalmente competentes cuando los resultados de la hematología de un paciente son normales.
Si embargo, existen situaciones en las que el instrumento tiene limitaciones para identificar una célula y contarla. Un ejemplo de ello es el número de cayados o bandas, un precursor de los neutrófilos, los cuales normalmente se encuentran en una muy baja proporción (usualmente inexistente). En este caso los instrumentos son incapaces de identificarlos de manera adecuada, y son contados como neutrófilos cuando su número es bajo.
Existe el mito de que los instrumentos de hematología son infalibles a la hora de realizar una hematología completa o hemograma. ¡Nada más distante de la realidad!
En situaciones en las que aumentan de manera importante, estos elementos alteran la población de neutróflos, desplazándola e interfiriendo en la zona de la población mixta (en diferenciales de tres subpoblaciones), o simplemente desplazando la nube de puntos debido a la mayor complejidad citoplásmática, nuclear y volumen (en diferenciales de cinco o más subpoblaciones).
Los cayados o bandas no son identificados por los instrumentos de hematología. Pero cuando su número es importante interfieren y se genera una alarma.
En este caso, el instrumento reconoce sus limitaciones y emite una alarma, que te revela dicha incapacidad. Cada instrumento, en su manual nos indica la nomenclatura de la alarma, su significado y en el mejor de los casos alguna idea de como solventar este inconveniente, esto es justamente la validación del hemograma.
Hoy en día nuestra principal labor en el laboratorio de hematología es la validación de los hemogramas. Debemos saber interpretar cada alarma que nos emite, pero sobre todo aplicar el procedimiento de validación más apropiado para generar un resultado confiable.
Hoy en día nuestra principal labor en el laboratorio de hematología es la validación de los hemogramas
Si quieres profundizar más en este tema, para conocer y aplicar los más adecuados procedimientos de validación, te invito al curso de validación del hemograma, para el que he desarrollado la metodología GRAVA, para la resolución de estos casos, sin importar el instrumento que tengas en tu laboratorio.
La validación del hemograma es necesaria para entregar un resultado confiable, que refleje la realidad del paciente de manera objetiva y permita al médico establecer un diagnóstico, pronóstico o seguimiento, es decir que tenga una utilidad clínica.
Saludos
Alfredo Gallardo Acevedo
14 de noviembre de 2022
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